La historia de los Custodios del Tridente comienza tras el desastre de la vigesimoprimera Fundación. Llamada la Fundación Maldita, los Capítulos creados sufrieron extraños problemas, algunos desaparecieron mientras realizaban misiones, bien en combate o bien viajando por el espacio disforme; los que lograron sobrevivir se vieron aquejados por mutaciones en su semilla genética y han contemplado con estupor como se iban reduciendo sus efectivos hasta extinguirse, o están al borde de hacerlo; actualmente no hay constancia del número de Capítulos que quedan de aquella fatídica fundación, quizá algunos simplemente estén perdidos en la disformidad, o atrapados en algún lugar lejano, o están abocados a desaparecer, sea como fuere los registros se perdieron.
Pero aquella Fundación se realizó porque era necesaria, los conflictos nunca acaban en el Imperio de la Humanidad, y éste tampoco deja de extenderse, por eso son necesarios los Astartes. La Fundación Maldita dejó un vacío en diversos puntos del espacio controlado por el Hombre, pero la Era de la Apostasía creó tal caos y confusión que muchos documentos y registros se perdieron o quedaron olvidados. Una vez acabado el Reino de Sangre de Vandire, el Imperio de la Humanidad debía reformarse, reorganizarse, y de nuevo algunos asuntos quedaron en suspenso. Aún así no todo estaba perdido, con la creación de la Inquisición la vigilancia y el poder se aseguraron. Estabilizada de nuevo la situación volvieron a resurgir problemas medio olvidados. La fundación de nuevos Capítulos era necesaria, y ya se habían rea
