PRUEBA DE TORMENTA
Estaba
nervioso y se sentía vulnerable. A pesar de sus esfuerzos por mantener
la serenidad las cosas no estaban saliendo como había esperado. Sabía
que aquella prueba era demasiado importante, no solo porque pudiera
otorgarle un estatus mayor en su tribu, si no porque los Hermanos
Celestes habían decidido estar presentes. Si el Gran Dios de la Tormenta
así lo quería podía formar parte de esos poderosos guerreros, los Cimeras Negras, y ese simple conocimiento le daba vértigo.
Captó
un movimiento a su izquierda e inmediatamente se encorvó más para
tratar de esconderse entre la hierba alta. Su respiración se agitó un
poco, pero logró mantenerse quieto el tiempo suficiente hasta descubrir
un gamúe que, sin notar su presencia, siguió su camino
despreocupado. Sus músculos se relajaron, Chuluun sabía que el resto de
participantes de las pruebas debían estar pasando por lo mismo, pero
tenía la desagradable sensación de que él lo estaba haciendo muy mal.