Problemas del lector I: La montaña de novelas pendientes

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Reflexionando sobre el número de veces que puedo haber leído una misma novela de Warhammer (Fantasy o 40k) me he dado cuenta que apenas he repetido la lectura de alguna. De hecho entre uno y otro universo debo haber releído sólo cinco o seis, y eso teniendo ahora mismo algo más de ochenta novelas entre ambas colecciones. Es más, yo sé que hay aficionados al hobby que han leído una misma novela hasta cuatro o cinco veces y yo ni siquiera recuerdo haber hecho eso con una (al menos una lectura completa).

Y esto me pasa con cualquier novela, no sólo con las de Warhammer. El caso es que no es que no se merezcan más lecturas un buen puñado de novelas, no, el problema es que ahora me considero "lector de novelas", y eso conlleva un problema.

Cuando hablo de que me considero lector de novelas me refiero a que antes, hace años, leía un número muy reducido de libros al año en comparación con el que leo ahora, y eso era ni más ni menos que porque leía sólo los libros que caían en mis manos, es decir, unos pocos entre prestados y regalados. No, no compraba, no tenía esa necesidad lectora, al fin y al cabo en mi casa siempre ha habido libros, de muy diversa índole y género eso sí, pero los había, así que si me apetecía leer pues sólo tenía que coger uno.

Sin embargo, cuando me aficioné a leer "para mí", es decir buscando yo lo que quería leer, en poco tiempo me topé con el problema que cualquier lector conoce bien: las novelas pendientes de leer, o la llamada "montaña de pendientes", "pila de pendientes", "lista de pendientes", y un largo etcétera.

LA LISTA DE NOVELAS PENDIENTES

Y es que la lista de novelas que uno quiere leer crece y crece, ya que la industria literaria no deja de publicar y publicar, ¡y que así siga ojo!, pero uno no da abasto. Lo que pasa es que tener una lista de pendientes que se alarga y alarga da como resultado que uno, entre lectura y lectura, acabe por encontrarse perdido sin saber qué novela de las que tiene "a la espera" quiere leer.

Además, si la lista de novelas sin leer es muy grande ya puedes estar seguro que te supondrá un pequeño dolor de cabeza, por el simple hecho de darte cuenta de que no vas a poder leer todo lo que quieres, y ahí entra el seleccionar la siguiente lectura. Hay momentos en que me he sentido presionado sólo por el hecho de querer leer tal o cual novela pero de pronto recordar esa otra que lleva tanto tiempo en la estantería o aquella de allí que es la segunda parte de la saga de..., etc, etc, y al final he perdido el tiempo que me había propuesto usar para leer y lo he dejado para el día siguiente.

A pesar de todo, puedo considerarme afortunado porque las novelas que tengo sin leer son hoy por hoy menos que las que ya he leído, y sé que lo normal es al contrario cuando es uno lector. Lo que pasa es que esta "fortuna" tiene una explicación de lo más simple, mi poder adquisitivo. Si por mí fuera tendría cinco veces más novelas en mi estantería, porque una cosa son las novelas de tu lista que ya tienes (de manera física o electrónica) y otra, muy distinta, es la lista "de deseos", por así decirlo, una lista de novelas que quieres leer pero que aún no tienes.

La lista de novelas pendientes de leer pero que no tienes sí que es enorme, no importa al lector que preguntes, todos te dirán que en un futuro pretenden leer todo lo de tal autor, o toda la colección de tal universo, o todos los clásicos de tal género, etc. Es decir, que por mucho que uno lo intente será casi imposible que llegue un momento en que tu lista de pendientes quede a cero. Imposible, en serio.

Una frase de las más usuales en este tema es "necesitaré varias vidas para leer todo lo que quiero", y es una verdad como un templo. Pero es que, además, en muchos casos (como el mío) hay veces que entre lectura y lectura hay días y días que uno no lee nada por la indecisión al elegir. Es decir, no siempre el tiempo que uno va a tener para leer acaba siendo provechoso, y eso también es inevitable.

Para poner el punto y final a esta entrada sólo me queda decir que yo tengo una montaña creciente de pendientes, una cordillera de deseos lectores y la impresión de necesitar varias vidas para lograr escalarlo todo: leer, leer y leer.

¡Hasta otra!


(La imagen es una alteración de la original obtenida en haaretz.com)